20 de junio de 2011

Huida de mi (v)ida

Me descubro ante el espejo del tiempo
sabiendo que esta es la noche en que se roba mi alma.

Los santos mueren jóvenes
(pero yo solo he violado deidades
he ensayado mil eutanasias
he prendido hogueras de voluntades).

Me trituro pero no me quiebro
al saberlo
y no poder contarlo a nadie
(con lo que me cuesta escribir estas líneas).

Esta noche me iré
y nadie estará para arrullar mi travesía.
Esta noche me robarán mi tiempo
(y el ladrón
-impune-
seguirá robando).

Me desnudo ante el espejo de la noche
y mi reflejo está henchido de pasado.

Me corto con el espejo de la noche
y ya me he ido
he descansado.

Sin ceremonias,
sin ovaciones,
sin discursos,
sin medallas...

(Ya me había ido incluso antes de arrancarme estos suspiros finales).

Y mi único legado son mis palabras,
lo que escribí
lo que dije
lo que tal vez nadie nunca entendió
y solo hoy
(que no estoy)
será alimentado por mi despedida.

Esta noche he muerto.
Y mañana he resucitado.
(...)

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