12 de agosto de 2009

JEEStigmas

Si has de tocarme mejor que sea una caricia
porque si me hieres mi sangre será lava perenne
que hundirá sus garras en tus más bellas claridades,
en el terror de recordarme.

Cada lágrima que engendren tus uñas en mi carne
tendrá como réplica años de puñales en tu alma.
Cada farsa que fabrique tu cínica mirada
tendrá como recompensa
una pesadilla por cada día de haberme conocido.

Mi tiniebla se posa en tu futuro,
mis arcángeles cercan tus universos
incubando inmortales pestes en tu esperanza,
implantando excremento en los ángulos
de tus mil y una forzadas sonrisas.

Apestas a mí por el resto de tus días
y por más que te laves
tu luz he desaparecido.

Cada sombra que veas tendrá mi perfil
y la pena que alguna vez me produjo tu pobreza
se torna carcajada en cada uno de tus derrumbes.

Cada promesa incumplida será una llaga en tu frente.
Cada falla apercibida será una piedra en tu zapato.
Cada talento enterrado será una grieta en tus fantasías.
Cada recuerdo taladrará estigmas en tus muñecas.

Tu dios será un títere muerto en mis manos.
Tus gritos serán la brea de tu hoguera.
Tus arrepentimientos girarán el potro de tu sacrificio.
Y mi risa
-santa y pecadora-
será el infecto escenario de tus llantos.

Me trago tu pena como si fuera un dulce infantil.
Me burlo de tus dolores como si fueran esqueletos de maniquíes.
Me ausento de tu presente con mi eterna omnipresencia.
Te demuelo cada vez que te miras
en el vasto vacío que de ti has hecho.

Y no me esfuerzo ni lo pienso.
Te sacude en automático
porque:
Soy tu Karma.
Soy la rueda que atoraste.
Soy el perfume de tu mierda.
Soy el aborto de tus utopías.

Mis ángeles son tus demonios
Ellos vuelan sobre tu
FÉTIDO
cadáver.

Por tocarme y haberme herido
hoy estallas
y es solo el inicio
de tu destrucción, de tus abismos.

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