24 de mayo de 2009

Mi-santropía

Cuando tomo mi propio corazón
con mi mano
puedo sacudirme
con cada latido
y escupo sobre la creencia
de que seré herido.

Lo que no me/te/nos mata
te/me/nos deja cicatrices.

Mejor que amar
es descubrir
MÚLTIPLES
maneras novedosas
de destruirme y destruir.

Si mi uni-verso debe cesar
yo mismo seré
los cuatro jinetes
los caballos
la Bestia
Babilonia
el mar
la marca
las trompetas
y mi propio Juez.

Y tu Dios será mi excusa.

La mitad del tiempo corto mis heridas
y la otra mitad me la paso
buscando a quién cortar.

Pero
al final
me elevo
INDESTRUCTIBLE Y BELLO
de tu lóbrega noche
y me entrego a mi refulgente oscuridad.

El silencio es bueno cuando yo silencio
pero es malo
cuando alguien me quita el habla.

Mi funeral será perfecto
si la multitud asiste
para certificar
que permaneceré muerto.

Solo es mejor que en soledad.
Solo significa yo conmigo
y nadie robándome
mis insuficientes horas de vida.

Soledad significa
tu cabeza
reposando plácidamente
sobre mi consumido pecho.

No necesito a nadie si no me puedo tener a mí.

Los lloros ajenos
son gusanos
que se nutren
de mi hermoso cadáver.

No quiero en mi vida a nadie
que prefiera
vivir de mí
a morir conmigo.

Necesito de mí
para morir sereno
cortando mis venas con mi sangre
y no con lágrimas de otros.

No, no estás llorando:
esto es sangre en mi hombro.

Desde hoy seré el Monje de la Muerte,
entregado a mí mismo.

Cuando yo soy Dios todos mueren.

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