30 de julio de 2009

La alegría de los demonios

Dormida está la pena,
dulce es su sueño desde hace ya algunas noches.
Las lágrimas de ayer hoy son solo agua
de una lluvia intrusa que por el desagüe se marchó.

El corazón late al ritmo de la certeza
de que quien pierde es quien quiere ganar.
El alma se eleva henchida de paz
cuando la esencia prima sobre la mezquindad.

Una feria se instala en mi éter,
una celebración de danzantes [ángeles con colmillos].
Se reconcilia el fresco pasto de mi esperanza
con el fétido estiércol de tu recuerdo.

Y brincan
de júbilo
de vuelta en mi luz
las sombras clonadas que te llevaste contigo.

Los llantos que secaron noches de pesadillas
hoy baldean un pasado que enseña con sabiduría.
Las tragedias hoy han cerrado sus negras fauces
y en comedia se han vuelto:
alba comedia sin personajes.

Me marcho al futuro lleno de hambre de vida
viajando por sendas de paz, sembrando semillas.
No rugen más los monstruos que obstruyeron mis caminos,
hoy trinan los canarios de aquella esperanza que creí perdida.

La diferencia
entre el yo de ayer
y el yo de hoy
es transparente como el agua:

Cuando es tormenta demuele murallas…
Cuando es rocío
y reposa en los pétalos
se vuelve sonrisas…

‘Quien pierde es quien cree ganar’, me repito en silencio.
La calma ha llegado,
se ha ido la espera,
han vuelto mis ángeles.

Mis ángeles [que son tus demonios].
Mis ángeles [que construyen tus infiernos].
Mis ángeles [que advierten con trompetas].
Mis ángeles [que asolan tus pórticos].

La tumba está servida…
El cementerio del amor abrió sus rejas.
Pasen y vean el mausoleo de nada que le he construido
a quien creyendo ganar todo lo ha perdido.

10 de julio de 2009

Entristece

Me entristece el alma
ver las sonrisas con que encubren su dolor
las almas que buscan en la noche
lo que el día no les da.

Me entristece el alma
que las buenas fachas
oculten solo pesadillas
que le corren a la esencia.

Me entristece el alma
que la música tenga que estar tan alta
para no escuchar
los desgarros del propio corazón.

Me entristece el alma
que el alcohol tenga que llenar el vacío
que dejan tantas lágrimas ahogadas.

Me entristece el alma
que los niños deban dormir solos
mientras sus padres se mantienen verticales
gracias a “amigos” que solo quieren verlos horizontales.

Me entristece el alma
que la realidad sea tan dura
que uno crea que bailoteando se pasan los terrores
y que las cámaras lo hacen sentir a uno
mejor de lo que se atreve a creerse.

Me entristece el alma
ver los sentidos vacíos
llenarse con luces que no guían hacia ninguna paz
sino solo a la distracción de la propia oscuridad.

Me entristece el alma
ver que lo normal es creer en la temporalidad
de sonrisas fotográficas
que son solo llantos escondidos en realidad.

Me entristece el alma
sentir que mi soledad
es mejor que la compañía de las muchedumbres,
de gente que se nombra pero no se sabe.

Me entristece el alma
no ser como ellos,
porque no saben lo que se pierden
al perderse a sí mismos en su nocturno disfraz.

Me entristece el alma
verte perderte en ese mundo…

Me entristece el alma
no poder hacerte entender
que la felicidad está dentro…

Me entristece el alma
no tener dios
y ser más feliz que quien se dice creyente
y quiebra 10 mandamientos más que yo.

Me entristece el alma
ver vampiros que desperdician la noche
en falsedades
y destruyen el día, invisibles,
entre sábanas de resaca.

Me entristece el alma
ver locales llenos de gente triste
que tiene que pagar
para llenarse de químicos
y así creer que matan sus penas
noche tras noche
y que cuando paran a verse como realmente son
solo atinan a huir
y volver a su mundo de fantas(mas)ía.

Me entristece el alma.

Pero me hace feliz darme cuenta.

Y no ser así.

Y que ellos crean que soy menos feliz…

Y que ellos crean que son más felices…

Y que ellos solo crean…

Y que yo sepa…

Me entristece el alma
Sentir tanta paz interior
Y tanta calma…
Tanta calma…
Tanta…

7 de julio de 2009

Adicción

Ver lágrimas en tu rostro
de terror
de placer
de alegría
de pena…

Ver tus lágrimas me llena.

Oler tu sangre
en las opulentas venas
de tu cuello inflamado,
por mis dientes tallado
por mis dedos amasado…

Oler tu sangre me llena.

Sentir tus pechos
túrgidos y moribundos,
plenos de deseo
duros de la miel que de ellos bebo
duros de la hiel que con ellos te llevas…

Sentir tus pechos me llena.

Saborear tus muslos
de abajo arriba,
ver temblar tus piernas
cuando mi lengua te investiga
cuando mi lengua te torna en fuente…

Saborear tus muslos me llena.

Oír tus gemidos y tu súplica
de placer, de miedo,
oír tus halagos al arte que nos anuda
cuando te destruyo por dentro
cuando te construyo por fuera…

Oír tus gemidos y tu súplica me llena.

Mis sentidos se consumen en ti
En tus movimientos y ritmos
En tus ruegos y silencios
En tus cimas de sabor y tus simas de sal
En tus aromas de reina y cortesana
En tus formas y tus sombras.

Cada noche de mi vida te sentiré
estés a mi lado o estés con mi soledad.
Cada noche te arroparé en tus pesadillas
y cada día te robaré el recuerdo…

Con lo que vivimos, con lo que morimos,
con lo que aún podríamos seguir viviendo,
con lo que aún quisiéramos seguir muriendo.

Eres el ataúd de la mujer que conocí
y yo yazco en ti eternamente.

5 de julio de 2009

La basura

La vida te da lecciones
sobre cómo diferenciar
la basura de las joyas.
Esa es la gran enseñanza
de nuestros cansados días.

Si algo te llega fácil
duda de su real brillo.
Quien se regala rápidamente
no vale nada absolutamente.

Una bella cáscara no dura
y cuando se acaba su brillantez
solo queda el apestoso vacío
de aquella basura interior que solo supo
dedicar sus días a su disfraz.

Pena me da la basura.
Ese es el único sentimiento que me produce
quien no se valora a sí mismo
y vive en base a su egoísmo.

Basura:
Apestosa
Sin valor
Sin esencia
Sin vida
Sin importancia.

El destino de la basura es ser usada
y luego arrojada al borde del camino.

No tiene otro uso.

Y las sonrisas de su disfraz,
son solo eso:
Tristes, vacías y dolorosas
sonrisas de un pobre disfraz.

4 de julio de 2009

La grieta en tu corazón

Para quien no le corre al amar
las dudas son solo un reto,
una prueba de valentía
de quien se reconoce cobarde.

Dejarse vencer
por los fantasmas del futuro
solo mata nuestro presente
destruyendo tal vez la única oportunidad de vivir.

Los cuentos de hadas están en el papel.
La vida está escrita de lucha,
de valentía,
de tesoros duros de obtener.

Temor y amor son hermanos gemelos
porque quien no ama no tiene qué temer
y quien teme es porque ama.

Si no importa el amado,
no hay temor que valga.
Solo teme quien sabe que perderá.

Es más fácil correr
reemplazando la desesperación
por algo que nos adormezca.

Luchar requiere de vida,
de fuerza
de entrega
y de valentía.

‘Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde’
reza el sabio adagio.
Perderlo significa que no volverá
y en el fuego de un momento anidará la duda
del calor que uno pudo obtener por siempre.

La felicidad se lucha, no es un regalo.
El éxtasis temporal de momentos
no se compara al orgullo eterno
de haberse ganado a pulso la felicidad.

El cuerpo no ama,
solo ama el alma.
Y el alma solo ama
cuando uno la entrega a la del amado.

Nada es accidental.
Nada es temporal.
Cuando sientas que eres libre
la grieta en tu corazón seré yo.

1 de julio de 2009

Contra el alma

Nadando contra la corriente del alma ajena,
sustraído de la propia esencia,
sintiendo que la soledad en compañía
se nutre del abandono y la indiferencia.

Despierto queriendo ver
-y prefiriendo no sentir-
extrañando sonrisas,
echando de menos palabras,
demoliendo el querer con el saber.

La primera mañana se olvida a sí misma
derrotada por la pena de que no volverá.
Una nueva cicatriz se vuelve nueva herida
y el arrepentimiento se declara quebrado.

Una pena se nutre de otra
queriendo correr de sí misma,
escondiéndose en los recuerdos
de madrugadas tan felices.

Sospechas…
Mensajes…
Señales…
Confusión…
y pena…

La dulzura se estrangula con la sal de la tristeza
de tenerte y no sentirte.
Las venas de este amor
se cortan con tu lejanía.

El idiota más grande ha terminado de escribir
pero su corazón recién empieza a verter savia
pensando que algún día esos sabores volverán
y su alma reposará nuevamente en tu mirada.

El idiota más grande sueña y espera… aún.