El
alba me recibió con una sonrisa que se escapó del sueño
pero
una lágrima entró por la grieta de mi ventana
y
me echó en cara que la soledad es mi compañera
que
el vacío es lo único que me llena.
El
olor a nada y el sabor a nadie
llenaron
mis ojos de sal
y
en cataratas de mi pasado
se
ahogó el metal de mi presente.
¿El
futuro?
No
queda mucho…
No
quiere mucho…
No
mira lejos…
Me
vi solo.
Vi
que quienes alguna vez me quisieron
ya
no están
-ya
no quieren estar-
y
que sonríen
entre
los bastidores de mi llanto.
Porque
no siempre tengo que ser el hombre de acero:
No
siempre tengo que reír para que otros aplaudan…
No
siempre tengo que vivir para que otros no mueran…
No
siempre tengo que morir para que otros vivan...
Hoy
escribo porque me quiero marchar
y
sé que en mi tinta puedo sucumbir
y
renacer minutos después.
Solo
una sonrisa me hace quedarme…
Solo
una voz mantiene mi corazón latiendo…
Solo
una mano me recoge sin siquiera saberlo…
Solo
una vida me convence de seguir viviendo…
Porque
no siempre tengo que ser el superhéroe:
No
siempre tengo que estar de pie…
No
siempre tengo que brincar de felicidad…
No
siempre tengo que encender el mundo…
Hoy
siento que la bitácora se debe cerrar
y
que tal vez este merezca ser
mi
último amanecer.
Hoy
siento que mi vida se va…
Hoy
lo siento…
Hoy
se va…
Hoy
me voy…
Y
mañana, como todos los días,
el
alba me recibirá con otra sonrisa
y
una nueva lágrima se colará
por
esa grieta de mi ventana
la
ventana de mi alma.
No suelo hacer comentarios, pero acabo de leer tu poema y sentí la necesidad de escribirte y decirte que me encanta lo que escribes, que te admiro y que no olvides nunca que te queremos un montón.
ResponderBorrarMuchas gracias Paola. Cariños para ustedes, yo también los quiero y los extraño. Espero que nos veamos pronto.
ResponderBorrarGenial, Jees. Genial. Ese poema crea una atmósfera tan triste y solitaria. Hay algunos temas que se mencionan constantemente: La soledad, la muerte, los recuerdos de personas.
ResponderBorrar¿Has pensado en musicalizarlos?
Hace unos años un productor musical peruano que vivía en Dinamarca iba a traducir algunos y musicalizarlos, pero se regresó al Perú y fue.
ResponderBorrarMe gusta mucho, tiene de ese aislamiento poético, que nos persigue a los escritores.
ResponderBorrarSimplemente... Espectacular!!!
ResponderBorrar