13 de noviembre de 2009

Abiectus

El Poder es de quien clava sus garras
en la espalda de la noche
y sus colmillos en el cuello de la vida,
retorciendo con nueva sangre
-en muecas de placebo-
los lacrimosos cadáveres
que en su camino regó.

Siempre un cuello nuevo es digno de ser agotado
y las viejas y usadas brujas
se disfrazan
-desconsoladas-
en sus hogueras
ansiando recuperar su juventud arrancada
por colmillos que las iniciaron en la sed
que jamás les será posible aplacar.

Mi tiniebla martillea
-maleficarum-
y se regocija en vencer
haciéndose pasar por vencida.

El hierático castillo
que fue sepulcro del amor más inmenso
y a la vez más abyecto
hoy se llena de sa[n]grada luz
que la plagiada oscuridad jamás entenderá.

Son los mortales
-no los débiles-
quienes deben ser mi alimento.

Llenos de vida,
llenos de esperanzas
llenos de expectativas
llenos de orgullo
llenos de temor.

El único íncubo debo ser yo,
sino
¿cuál es el valor de la víctima?


2 comentarios:

  1. Estoy contigo JESS .. todo te saldra bien , ella jamas podra hacer nada contra tu hijita y esta perfecto que hagas valer tus derechos que sepa que contigo nadie se mete ! cuidate y suerte en todo.

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  2. Hola José Enrique, nos conocimos hoy en el CC de España. Acabo de leer tus poemas y la verdad son buenos, felicitaciones!.. te paso mi blog por si quieres darle un check:
    http://l-a-t-i-d-o-s.blogspot.com/

    Nos vemoss

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