21 de julio de 2019
Ánima animada
penan en la grieta de su corazón.
Cicatrices con mis letras
sangran
vivas
en su piel atormentada.
Lo que hace
y deja de hacer
está manchado
con la todavía fresca
pintura de mi alma,
mientras yo
ya ni siquiera
recuerdo la sombra de su lejanía.
Reencarno en sus pesadillas,
en sus ausencias
y en sus insomnios.
Soy el ataúd
de lo que fue.
7 de agosto de 2018
Pax terminal
27 de mayo de 2018
Suicidium interruptus
Un permanente viaje que empieza en el cero y termina en el cero.
Un llanto infinito en una sala de partos sin madre,
sin partida de nacimiento,
sin partida de defunción.
Mi vida es nómada donde los demás asientan sueños.
no permiten distinguir si es de día o es de noche.
12 de mayo de 2018
Allende
Y sigue doliendo,
negarlo sería negarme, sería negarte.
Te sigo extrañando y pienso en tu sonrisa todos los días.
Pero por fin supe por qué pasaste por mi vida,
extraordinaria, brillante, hermosa,
pero fugaz y dolorosa.
Pasaste porque debía aprender que mi soledad aún no estaba construida.
Pasaste porque debía descifrar otra mentira.
Pasaste porque debía saborear otra vez palabras vacías.
Pasaste y te fuiste porque aún no era cicatriz mi herida.
Hoy te pienso
y recuerdo tus consejos
y me doy cuenta de la razón tras ellos:
prepararme a tomarlos cuando tú me hirieras.
Hoy te siento,
recordando tus "yo no soy así, no me iré nunca",
y veo cómo te fuiste
cuando te aterrorizó sentir que de verdad nunca te irías.
Esta es una carta de despedida atrasada.
Pero no me despido de ti,
porque ya corriste y no querrás detenerte a leerla.
En esta carta me despido de lo que fuiste para mí:
una oportunidad de creer que podía volver a confiar,
una señal de que en el mundo aún hay amor de verdad,
una promesa de que las promesas aún pueden significar,
pero más que todo ello,
una advertencia de que aún no aprendí a no creer.
Esta es una carta que llegará a miles,
pero que nunca llegará a ti aunque la leas.
Porque tu imperio de tribulación está cercado por murallas hechas de tu sonrisa
y la felicidad que yo te causaba era la trompeta que podía derrumbarlas.
19 de abril de 2018
Escatología
Tengo ángeles
Tengo el infierno
Abierto desde un cielo de sangre
Tengo dioses
Tengo milagros
Tengo templos
Cerrados con candados de carne
Soy el Apocalipsis
Soy el Génesis
Soy el mártir
Que escondió su suicidio en fe
Soy Satanás
Soy Eleison
Soy yo
Soy tú
8 de febrero de 2018
Triste hoy
Despertar con un pesar, sin saber por qué se carga.
Mirar dentro del alma y encontrar vacío,
sin saber si viene del pasado o profetiza el futuro.
Amanecer triste.
Sabiendo que lo que único que se sabe
es que la tristeza está ahí.
3 de febrero de 2018
Tenebrae
que sacude mi alma sin reflejos,
que niega la luz a la oscuridad,
que desnuda estrellas y vuelve a vestirlas
de nube, de brisa, de niebla.
Espanta mi cruz el azote,
la mofa y la corona,
que la nutren contra la voluntad
de una vida que se va.
3 de octubre de 2017
14
18 de setiembre de 2012
℞
de eso estoy hecho:
De cenizas, de acero, de agua, de fuego y barro
que se escapa entre los dedos
de quienes penetran mis murallas
y corren
despavoridos.
Porque de eso se trata el ejercicio diario de mi yo,
de anotar puntos en contra de mí mismo
y cargar el peso muerto de mi sinceridad viva.
De eso estoy hecho:
De ausencia, de vacío, de exceso y de grises.
Y yo entiendo
-claramente-
que no hay futuro para tal receta
en el diagnóstico del mundo.
2 de junio de 2012
No queda mucho
13 de marzo de 2012
Insomnedumbre
que el trabajo de la noche
ha endurecido las canas del Sol
y corrido las persianas del horizonte.
Las hadas abren sus vientres
al mortífero hedor del insomnio
que recoge sus prendas y las dobla
en el armario de su primaveral impaciencia.
Las duchas del mar se extinguen
en inmensas cataratas de sueño,
en inconmensurables patrias de vacío,
en soporíferas letanías de silencio.
El cuervo se duerme en el pecho
de quien ya no ve porque robó con su pico
los ojos que abrían su historia
al pasado y a la desventura.
Y todo se pierde en la cuna
del huerto en que el alma se siembra
con lazos de carnaval en el día
y claveles de tumba en la noche.
Musas inundan las cuevas
que entre sienes y disparos se deciden.
Monjes expían pecados
que entre deseos y represiones mastican.
Y el mundo despierta a la ruina
del incendio que su cielo ha tejido
con golpes de tamborines silentes
y gritos de multitudes ausentes.
Vida, te regalo vida.
Muerte, te regalo muerte.
1 de noviembre de 2011
20 de junio de 2011
Huida de mi (v)ida
sabiendo que esta es la noche en que se roba mi alma.
Los santos mueren jóvenes
(pero yo solo he violado deidades
he ensayado mil eutanasias
he prendido hogueras de voluntades).
Me trituro pero no me quiebro
al saberlo
y no poder contarlo a nadie
(con lo que me cuesta escribir estas líneas).
Esta noche me iré
y nadie estará para arrullar mi travesía.
Esta noche me robarán mi tiempo
(y el ladrón
-impune-
seguirá robando).
Me desnudo ante el espejo de la noche
y mi reflejo está henchido de pasado.
Me corto con el espejo de la noche
y ya me he ido
he descansado.
Sin ceremonias,
sin ovaciones,
sin discursos,
sin medallas...
(Ya me había ido incluso antes de arrancarme estos suspiros finales).
Y mi único legado son mis palabras,
lo que escribí
lo que dije
lo que tal vez nadie nunca entendió
y solo hoy
(que no estoy)
será alimentado por mi despedida.
Esta noche he muerto.
Y mañana he resucitado.
(...)
30 de mayo de 2011
Con vexo
al quizá de tus palabras
que no calman
-no son magia-
que no oran por la vida
ni se lían con la muerte.
Mi dicha no es trofeo
ni tus muecas son laureles,
son medalla de tu olvido
y de pistas que he perdido
en trayectos consumidos.
Una violeta se asoma
a la vuelta de tu retina
recorriendo con su tallo
la cansina hipocresía
de un amor que no camina
de un fulgor que no me anima.
El cuervo anuncia el fin
y la procesión
-que siempre va por dentro-
se desploma sin fanfarria
del suelo al cielo
que tu guiño ha convertido
en el limbo más perverso.
Eres un salmo a mi muerte
eres la rima de mi suerte.
El sendero que me aplasta
y calcina mi esperanza.
No te has ido de mi vida
te has quedado para siempre
en mi sangre
en mis poros
en el incendio de tu olvido.
Mis paredes me encierran
en ti
y tus prados me redimen
de mí.
Calma exige mi quebranto,
agonía
peso
y llanto.
No me voy si tú me olvidas,
no me quedo si te alejas.
No me aterra tu partida,
si en mi alma ya no habitas.
Has dormido mi pasado
y has matado mi futuro.
La melodía sacrosanta
que sin ritmo claro bailo
no es tu ausencia
ni es mi presa
es vivencia de violencia.
Y tú lloras.
Y yo...
No, no lo sabrás.
Jamás.
8 de diciembre de 2010
115
9 de octubre de 2010
Extraño
11 de setiembre de 2010
Tu noche fue mi luz
20 de agosto de 2010
Golpe de muerte
19 de mayo de 2010
El esqueleto que me queda. ¿Qué me queda?
1 de febrero de 2010
Al final
13 de noviembre de 2009
Abiectus
6 de octubre de 2009
Se fue
28 de setiembre de 2009
[C]alma en porciones
25 de agosto de 2009
Quiero
23 de agosto de 2009
Te ganaste mi cielo porque me diste el tuyo.
En cada recuerdo de mi niñez, siempre estás tú, con tus sonrisas celestes, tus barbas que crecían y cortabas, tus esfuerzos porque cada día fuera mejor que el anterior, tu amor inquebrantable y desinteresado.
Aún cuando te pagaba mal, estabas a mi lado para recogerme si me caía. Y me enseñaste a dar más de lo que creía tener y a recibir lo que me merecía.
Largas horas de sobremesa hablando de tanto. Siempre decías que una de las cosas que más disfrutabas en la vida eran esas conversaciones conmigo al final de las comidas. Hablábamos y aprendía tanto de tu inteligencia y sabiduría y tú tenías la humildad de decir que aprendías de la mía.
Cuando yo decía, de niño, que algo no podía, me demostrabas que sí lo lograría. Nunca dejabas que dijera que no conseguiría terminar algo que empecé. Despejabas la mesa del comedor para los rompecabezas de miles de piezas, que no dejabas que sacaran hasta que pusiera la última pieza, y luego los enmarcabas y colgabas en la pared como un trofeo más valioso que tus logros militares.
Cuando nadie quería ni verme, cuando todos perdieron la fe en mí, ahí estuviste. No tenías dinero ni para comer y partiste tu alimento conmigo. Me diste un hogar cuando nadie quería recibirme y tus consejos cuando nadie creía que yo era rescatable.
Cuando me equivocaba eras estricto y duro, pero eso me hizo fuerte y seguro de mí mismo. Siempre querías desayunos, almuerzos y cenas con todos presentes, sentados a la mesa y compartiendo en familia. Si no los conseguías, tu frustración hacía temblar los mares y la casa se llenaba de huracanes.
Me enseñaste lo que sé. Me diste lo que tengo. Me hiciste lo que soy. ¿Qué más puedo decir del hombre que me cuidó más que nadie? Solo que hoy descanse en paz como se lo merece. Hoy su cariño proverbial, sus lágrimas de felicidad por cada pequeño logro mío, sus oídos que nunca prefirieron escuchar sus placeres antes que mis dolores y su voz que era el sándalo de mis infiernos, descansan en paz en los corazones de quienes lo amamos.
Me sentiría el mejor padre de la historia si algún día mi hija pudiera decir de mí la mitad de lo que yo puedo decir de ti. Y, como te lo puse en una torta que te regalé en uno de tus últimos cumpleaños, siempre lo diré, cada 16 de octubre de ahora en adelante: “Feliz cumpleaños, PAPÁ”.
Descansa en paz tío Oscar. Perdóname por no haber estado a tu lado al final, pero tú sabes que moría algo en mí cada vez que te veía así y sé que tú no querías verme llorar por ti.
16 de agosto de 2009
Venaeterna
Me la han donado los fantasmas
de a quienes la vida arranqué.
Mis suspiros no calientan
en mis entrañas de éter
de fragmentos
de súplicas
de llantos
de muerte
de inmortalidad.
Me impulso por la penumbra
olfateando las intenciones
de quienes viven de la apariencia
clavando en caída libre
mi esperanza en sus cuellos desconsolados.
Mi lóbrega presencia destruye
lo que da convicción a tus pasos.
Un éxtasis tras otro
orgasmos de pupilas
y de huellas dactilares.
Mis oídos yacen en el mantra:
“Más allá de lo pálido
todo es negro
y no hay vuelta atrás”.
Me miras…
Me pides que no lo haga…
Me ruegas que siga…
Tú jadeas, yo gruño.
Y ya eres presa de mi cárcel:
domada presa de mi cárcel eres.
De tus mansos sueños te sacudirás
solo para volverme el protagonista de tus pesadillas.
Después de mí no hay después.
Después de mí solo hay ausencia.
Después del terror de tenerme
solo existe el terror de no recuperarme.
Tus madrugadas serán peligrosas.
Las deidades del lamento
volverán
cuando menos las invoques.
Y tu tacto se trastornará
sin poder volver a sentir
JAMÁS
aquel impetuoso sendero
en el que mi gélida piel te inició.
La vida es sueño
cuando no tienes un dueño.
Y los sueños sueños son
cuando no alcanzas mi perdón.
Tus lágrimas se despeñan en silencio
cuando tus sonrisas se coagulan entre las luces.
Las compañías no llenan vacíos
cuando los recuerdos entierran tus monólogos.
No es lo mismo nada
cuando el cielo atranca sus verjas
y yo me como la llave
y corto mis venas sin morir
NUNCA.
La sangre que corre
por –las que alguna vez fueron- tus venas
ya no es tuya.
Y te nutrirás de ella eternamente…
hasta que mi daga de plata
sepulte en mi corazón
con la fuerza
de quien no quiere más de nada.
Yo vivo en tus sentidos
y no sucumbo jamás
porque yo vivo porque quiero
y muero cuando decido.
12 de agosto de 2009
JEEStigmas
porque si me hieres mi sangre será lava perenne
que hundirá sus garras en tus más bellas claridades,
en el terror de recordarme.
Cada lágrima que engendren tus uñas en mi carne
tendrá como réplica años de puñales en tu alma.
Cada farsa que fabrique tu cínica mirada
tendrá como recompensa
una pesadilla por cada día de haberme conocido.
Mi tiniebla se posa en tu futuro,
mis arcángeles cercan tus universos
incubando inmortales pestes en tu esperanza,
implantando excremento en los ángulos
de tus mil y una forzadas sonrisas.
Apestas a mí por el resto de tus días
y por más que te laves
tu luz he desaparecido.
Cada sombra que veas tendrá mi perfil
y la pena que alguna vez me produjo tu pobreza
se torna carcajada en cada uno de tus derrumbes.
Cada promesa incumplida será una llaga en tu frente.
Cada falla apercibida será una piedra en tu zapato.
Cada talento enterrado será una grieta en tus fantasías.
Cada recuerdo taladrará estigmas en tus muñecas.
Tu dios será un títere muerto en mis manos.
Tus gritos serán la brea de tu hoguera.
Tus arrepentimientos girarán el potro de tu sacrificio.
Y mi risa
-santa y pecadora-
será el infecto escenario de tus llantos.
Me trago tu pena como si fuera un dulce infantil.
Me burlo de tus dolores como si fueran esqueletos de maniquíes.
Me ausento de tu presente con mi eterna omnipresencia.
Te demuelo cada vez que te miras
en el vasto vacío que de ti has hecho.
Y no me esfuerzo ni lo pienso.
Te sacude en automático
porque:
Soy tu Karma.
Soy la rueda que atoraste.
Soy el perfume de tu mierda.
Soy el aborto de tus utopías.
Mis ángeles son tus demonios
Ellos vuelan sobre tu
FÉTIDO
cadáver.
Por tocarme y haberme herido
hoy estallas
y es solo el inicio
de tu destrucción, de tus abismos.
30 de julio de 2009
La alegría de los demonios
dulce es su sueño desde hace ya algunas noches.
Las lágrimas de ayer hoy son solo agua
de una lluvia intrusa que por el desagüe se marchó.
El corazón late al ritmo de la certeza
de que quien pierde es quien quiere ganar.
El alma se eleva henchida de paz
cuando la esencia prima sobre la mezquindad.
Una feria se instala en mi éter,
una celebración de danzantes [ángeles con colmillos].
Se reconcilia el fresco pasto de mi esperanza
con el fétido estiércol de tu recuerdo.
Y brincan
de júbilo
de vuelta en mi luz
las sombras clonadas que te llevaste contigo.
Los llantos que secaron noches de pesadillas
hoy baldean un pasado que enseña con sabiduría.
Las tragedias hoy han cerrado sus negras fauces
y en comedia se han vuelto:
alba comedia sin personajes.
Me marcho al futuro lleno de hambre de vida
viajando por sendas de paz, sembrando semillas.
No rugen más los monstruos que obstruyeron mis caminos,
hoy trinan los canarios de aquella esperanza que creí perdida.
La diferencia
entre el yo de ayer
y el yo de hoy
es transparente como el agua:
Cuando es tormenta demuele murallas…
Cuando es rocío
y reposa en los pétalos
se vuelve sonrisas…
‘Quien pierde es quien cree ganar’, me repito en silencio.
La calma ha llegado,
se ha ido la espera,
han vuelto mis ángeles.
Mis ángeles [que son tus demonios].
Mis ángeles [que construyen tus infiernos].
Mis ángeles [que advierten con trompetas].
Mis ángeles [que asolan tus pórticos].
La tumba está servida…
El cementerio del amor abrió sus rejas.
Pasen y vean el mausoleo de nada que le he construido
a quien creyendo ganar todo lo ha perdido.
10 de julio de 2009
Entristece
ver las sonrisas con que encubren su dolor
las almas que buscan en la noche
lo que el día no les da.
Me entristece el alma
que las buenas fachas
oculten solo pesadillas
que le corren a la esencia.
Me entristece el alma
que la música tenga que estar tan alta
para no escuchar
los desgarros del propio corazón.
Me entristece el alma
que el alcohol tenga que llenar el vacío
que dejan tantas lágrimas ahogadas.
Me entristece el alma
que los niños deban dormir solos
mientras sus padres se mantienen verticales
gracias a “amigos” que solo quieren verlos horizontales.
Me entristece el alma
que la realidad sea tan dura
que uno crea que bailoteando se pasan los terrores
y que las cámaras lo hacen sentir a uno
mejor de lo que se atreve a creerse.
Me entristece el alma
ver los sentidos vacíos
llenarse con luces que no guían hacia ninguna paz
sino solo a la distracción de la propia oscuridad.
Me entristece el alma
ver que lo normal es creer en la temporalidad
de sonrisas fotográficas
que son solo llantos escondidos en realidad.
Me entristece el alma
sentir que mi soledad
es mejor que la compañía de las muchedumbres,
de gente que se nombra pero no se sabe.
Me entristece el alma
no ser como ellos,
porque no saben lo que se pierden
al perderse a sí mismos en su nocturno disfraz.
Me entristece el alma
verte perderte en ese mundo…
Me entristece el alma
no poder hacerte entender
que la felicidad está dentro…
Me entristece el alma
no tener dios
y ser más feliz que quien se dice creyente
y quiebra 10 mandamientos más que yo.
Me entristece el alma
ver vampiros que desperdician la noche
en falsedades
y destruyen el día, invisibles,
entre sábanas de resaca.
Me entristece el alma
ver locales llenos de gente triste
que tiene que pagar
para llenarse de químicos
y así creer que matan sus penas
noche tras noche
y que cuando paran a verse como realmente son
solo atinan a huir
y volver a su mundo de fantas(mas)ía.
Me entristece el alma.
Pero me hace feliz darme cuenta.
Y no ser así.
Y que ellos crean que soy menos feliz…
Y que ellos crean que son más felices…
Y que ellos solo crean…
Y que yo sepa…
Me entristece el alma
Sentir tanta paz interior
Y tanta calma…
Tanta calma…
Tanta…
7 de julio de 2009
Adicción
de placer
de alegría
de pena…
Ver tus lágrimas me llena.
Oler tu sangre
en las opulentas venas
de tu cuello inflamado,
por mis dientes tallado
por mis dedos amasado…
Oler tu sangre me llena.
Sentir tus pechos
túrgidos y moribundos,
plenos de deseo
duros de la miel que de ellos bebo
duros de la hiel que con ellos te llevas…
Sentir tus pechos me llena.
Saborear tus muslos
de abajo arriba,
ver temblar tus piernas
cuando mi lengua te investiga
cuando mi lengua te torna en fuente…
Saborear tus muslos me llena.
Oír tus gemidos y tu súplica
de placer, de miedo,
oír tus halagos al arte que nos anuda
cuando te destruyo por dentro
cuando te construyo por fuera…
Oír tus gemidos y tu súplica me llena.
Mis sentidos se consumen en ti
En tus movimientos y ritmos
En tus ruegos y silencios
En tus cimas de sabor y tus simas de sal
En tus aromas de reina y cortesana
En tus formas y tus sombras.
Cada noche de mi vida te sentiré
estés a mi lado o estés con mi soledad.
Cada noche te arroparé en tus pesadillas
y cada día te robaré el recuerdo…
Con lo que vivimos, con lo que morimos,
con lo que aún podríamos seguir viviendo,
con lo que aún quisiéramos seguir muriendo.
Eres el ataúd de la mujer que conocí
y yo yazco en ti eternamente.
5 de julio de 2009
La basura
sobre cómo diferenciar
la basura de las joyas.
Esa es la gran enseñanza
de nuestros cansados días.
Si algo te llega fácil
duda de su real brillo.
Quien se regala rápidamente
no vale nada absolutamente.
Una bella cáscara no dura
y cuando se acaba su brillantez
solo queda el apestoso vacío
de aquella basura interior que solo supo
dedicar sus días a su disfraz.
Pena me da la basura.
Ese es el único sentimiento que me produce
quien no se valora a sí mismo
y vive en base a su egoísmo.
Basura:
Apestosa
Sin valor
Sin esencia
Sin vida
Sin importancia.
El destino de la basura es ser usada
y luego arrojada al borde del camino.
No tiene otro uso.
Y las sonrisas de su disfraz,
son solo eso:
Tristes, vacías y dolorosas
sonrisas de un pobre disfraz.
4 de julio de 2009
La grieta en tu corazón
las dudas son solo un reto,
una prueba de valentía
de quien se reconoce cobarde.
Dejarse vencer
por los fantasmas del futuro
solo mata nuestro presente
destruyendo tal vez la única oportunidad de vivir.
Los cuentos de hadas están en el papel.
La vida está escrita de lucha,
de valentía,
de tesoros duros de obtener.
Temor y amor son hermanos gemelos
porque quien no ama no tiene qué temer
y quien teme es porque ama.
Si no importa el amado,
no hay temor que valga.
Solo teme quien sabe que perderá.
Es más fácil correr
reemplazando la desesperación
por algo que nos adormezca.
Luchar requiere de vida,
de fuerza
de entrega
y de valentía.
‘Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde’
reza el sabio adagio.
Perderlo significa que no volverá
y en el fuego de un momento anidará la duda
del calor que uno pudo obtener por siempre.
La felicidad se lucha, no es un regalo.
El éxtasis temporal de momentos
no se compara al orgullo eterno
de haberse ganado a pulso la felicidad.
El cuerpo no ama,
solo ama el alma.
Y el alma solo ama
cuando uno la entrega a la del amado.
Nada es accidental.
Nada es temporal.
Cuando sientas que eres libre
la grieta en tu corazón seré yo.
1 de julio de 2009
Contra el alma
sustraído de la propia esencia,
sintiendo que la soledad en compañía
se nutre del abandono y la indiferencia.
Despierto queriendo ver
-y prefiriendo no sentir-
extrañando sonrisas,
echando de menos palabras,
demoliendo el querer con el saber.
La primera mañana se olvida a sí misma
derrotada por la pena de que no volverá.
Una nueva cicatriz se vuelve nueva herida
y el arrepentimiento se declara quebrado.
Una pena se nutre de otra
queriendo correr de sí misma,
escondiéndose en los recuerdos
de madrugadas tan felices.
Sospechas…
Mensajes…
Señales…
Confusión…
y pena…
La dulzura se estrangula con la sal de la tristeza
de tenerte y no sentirte.
Las venas de este amor
se cortan con tu lejanía.
El idiota más grande ha terminado de escribir
pero su corazón recién empieza a verter savia
pensando que algún día esos sabores volverán
y su alma reposará nuevamente en tu mirada.
El idiota más grande sueña y espera… aún.